Uno de los elementos clave que tienen los dentistas para solucionar muchos problemas dentales son los empastes. ¿Sabes qué son, para qué sirven y cómo te pueden beneficiar?
¿Qué son los empastes dentales?
Dicho en términos sencillos, los empastes son productos diseñados para tapar cavidades o fisuras de las piezas dentales. Estos están compuestos de diferentes materiales, entre los que destacan el oro, la amalgama de plata, la porcelana, el ionómero de vidrio y las resinas compuestas. Las características propias de cada material inciden directamente en la duración del trabajo dental. También pueden representar un cambio significativo respecto al precio final.
Por ejemplo, los empastes a base de oro o porcelana habitualmente no se realizan directamente sobre la pieza dental a tratar. Lo más común es que las piezas se realicen sobre medida en un laboratorio externo y finalmente sean colocadas por el dentista en la posición adecuada. Como es lógico pensar, son piezas más costosas, especialmente por el precio del material y la cantidad de consultas que debe programar el dentista. Sin embargo, habitualmente son muy durables.
También están los empastes compuestos de amalgamas de plata. Estos tienen muchas ventajas sobre los demás productos, especialmente por su durabilidad y coste. Habitualmente no es necesario que se programe una serie de citas médicas, pues lo común es que el mismo día pueda realizarse la limpieza y la colocación de la amalgama. Sin embargo, presenta una serie de desventajas, entre las que destacan la cantidad de pieza dental sana que debe eliminarse para que el empaste logre fijarse efectivamente. Además, las piezas dentales circundantes suelen modificar paulatinamente a un tono amarillento. Esto, aunado con la poca estética que ofrece el color plateado, hace que sea menos útil en la actualidad. Por otro lado, la Unión Europea está estableciendo mecanismos que paulatinamente eliminarán el uso de mercurio en compuestos que se puedan aplicar en las personas, y puesto que las amalgamas de plata contienen esta sustancia lo más seguro es que con el paso del tiempo sean retiradas completamente de las clínicas dentales.
Empastes dentales modernos.
Los empastes más modernos están fabricados a base de resinas compuestas. También pueden incluir ionómero de vidrio. Una de sus principales ventajas es la capacidad de adaptarse de forma prácticamente imperceptible en la pieza dental tratada. Esto se debe a que son fáciles de moldear y a que se puede modificar fácilmente el tono.
Una ventaja adicional es que se fijan con mayor facilidad a la estructura del diente o muela a tratar, puesto que en el proceso se utilizan reacciones químicas. Por lo tanto, no es necesario desgastar mucho la pieza dental para poder colocar el empaste. De hecho, las fisuras relativamente pequeñas pueden tratarse exitosamente con este tipo de productos. Sin embargo, estos productos actualmente tienen menos resistencia, y por lo tanto durabilidad, que las amalgamas de plata.
En cualquier caso, lo mejor es contar con la asesoría de dentistas especialistas para definir claramente cuál es el mejor procedimiento para tratar adecuadamente una pieza dental. Y, al igual que ocurre con otras situaciones médicas, acudir a la consulta a la brevedad posible puede marcar la diferencia.
