Ciertamente se pueden utilizar brackets durante la adolescencia; de hecho,es en esta etapa de la vida en la que principalmente se inicia un tratamiento de este tipo. Sin embargo, la edad recomendada para colocar brackets es entre los 9 y 13 años. A continuación veremos las razones implicadas en esta recomendación, destacando las ventajas y desventajas.
Características físicas de los niños.
El primer aspecto para asegurar que es más adecuado el uso de brackets durante la niñez es por las características físicas de los niños. Como es bien sabido, durante los primeros años de vida, el cuerpo humano está en un proceso de formación. Esto permite corregir fácilmente, y con mayor éxito, cualquier desperfecto corporal. Este hecho lo podemos ver fácilmente cuando un niño se fractura un hueso. Habitualmente su recuperación le toma menos tiempo que a un adulto y es común que se cure de forma más satisfactoria.
Tomando en cuenta lo anterior, y en vista que el uso de brackets tiene como propósito modificar las características actuales del cuerpo, es fácil comprender por qué es más efectivo en los niños. Mientras aún son pequeños sus dientes pueden acomodarse en el lugar adecuado, en la posición correcta de la encía, donde finalmente se arraigarán.
Sin embargo, no es recomendable que este tratamiento se realice mientras los niños son muy pequeños. Recordemos que muchas piezas dentales son reemplazadas durante la infancia, por lo que no tendría ningún sentido colocarlas correctamente si finalmente crecerá otra en su lugar. Por lo tanto, podría considerarse un gasto innecesario colocar brackets antes de los 9 años. Adicionalmente, es necesario esperar a que el niño haya cambiado todas sus piezas dentales antes de iniciar este tratamiento odontológico. Esa es la razón por la que se ha mencionado un rango de entre los 9 y 13 años, estableciendo como la edad ideal inmediatamente después que el niño tenga todas las piezas dentales finales.
Características emocionales de los adolescentes.
El segundo aspecto por el cual se recomienda la colocación de brackets mientras aún son niños es el daño emocional que puede causar su uso en los adolescentes. Los niños normalmente están concentrados en muchas cosas, pero difícilmente les preocupa su apariencia. Por eso, no será ningún problema para ellos tener que usar brackets y, de hecho, los demás niños difícilmente los harán objetos de bullying por este motivo.
Sin embargo, los jóvenes están más preocupados por su apariencia y el uso de brackets podría someterlos a sufrir una baja autoestima. En vista de que se trata de un tratamiento considerablemente largo, para los jóvenes adolescentes puede resultar sumamente frustrante tener que utilizar brackets durante todo este período.
Considerando ambos factores, siempre es la primera opción colocar los brackets a una edad temprana. Sin embargo, es importante destacar que un dentista especialista debe valorar a cada paciente para analizar sus circunstancias particulares. Evidentemente, no se puede utilizar una regla general para todas las personas, pues cada individuo es distinto. Entonces, referente a la edad en la que es recomendable colocar los brackets, podemos decir que es variable, pero altamente preferible durante la niñez.
